martes, 11 de marzo de 2008
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Hay ocasiones en que la palabra no alcanza, pero las historias prosiguen, nos aturden, nos rozan, nos iluminan, nos estremecen, nos acercan, nos hace comprender, nos dañan, nos curan, nos ayudan a crecer. Y donde la palabra no llega, el gesto eclipsa, nutre, poda, mima y asi en cada instantánea están las historias vividas, soñadas, negadas, abiertas para quien quiera y pueda contemplarlas.
3 comentarios:
Cómo me gustaba el burrito, y me tuve que ir; menos mal que Encarna me lo trae aquí.
Cómo me gustaba el burrito, y me tuve que ir; menos mal que Encarna me lo trae aquí.
Lo mejor de los fotos es lo que nos hacen revivir, aunque s�lo dure unos segundos son capaces de traernos de nuevo ala nariz el olor de un d�a, de un instante, la luz de una ma�ana, el sabor de una fruta que hemos saboreado con placer. De esa ma�ana de un 8 de marzo lo m�s hermoso era ver a In�s jugando contenta en el burrito buscando la mirada de su mam�.
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