jueves, 27 de marzo de 2008
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Hay ocasiones en que la palabra no alcanza, pero las historias prosiguen, nos aturden, nos rozan, nos iluminan, nos estremecen, nos acercan, nos hace comprender, nos dañan, nos curan, nos ayudan a crecer. Y donde la palabra no llega, el gesto eclipsa, nutre, poda, mima y asi en cada instantánea están las historias vividas, soñadas, negadas, abiertas para quien quiera y pueda contemplarlas.
2 comentarios:
Siempre pienso que en los buzones se halla la auténtica seña de identidad de una casa: los nuevos, los idos, los ausentes temporales, los fenecidos...
Plagiaria haciendo buzoneo.
Son anticipación son reloj para empezar un nuevo día, son momento de ilusión, de decepción,... mensajes por leer, llaves de ilusión.
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