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Hay ocasiones en que la palabra no alcanza, pero las historias prosiguen, nos aturden, nos rozan, nos iluminan, nos estremecen, nos acercan, nos hace comprender, nos dañan, nos curan, nos ayudan a crecer. Y donde la palabra no llega, el gesto eclipsa, nutre, poda, mima y asi en cada instantánea están las historias vividas, soñadas, negadas, abiertas para quien quiera y pueda contemplarlas.
2 comentarios:
Aprovecho la entrada para recomendar "Caperucita en Manhatan" de doña Carmen. Justo cuando yo acababa de leer la novela, fallecía la escritora. ¡Qué buen homenaje le hice sin quererlo!
Ahora que lo pienso: las mejores cosas de la vida son inesperadas...vas arrastrando este río gris de ruido y nada, huyendo hacia un cine con las puertas cerradas y de repente, ¡zas!, surge la mariposa.
Un saludo
Gracias Plagiaria por tus comentarios, son una sorpresa agradable, la mariposa entre las brumas de este junio con olor a lluvia. Caperucita,... una de mis novelas favoritas,... aprovecho para recomendar de Doña Carmen El cuento de nunca acabar, especialmente un texto breve sobre el aburrimiento que se recoge en ese ensayo.
Un afectuoso saludo y gracias por darle vida a este blog con tus palabras.
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