domingo, 20 de julio de 2008
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Hay ocasiones en que la palabra no alcanza, pero las historias prosiguen, nos aturden, nos rozan, nos iluminan, nos estremecen, nos acercan, nos hace comprender, nos dañan, nos curan, nos ayudan a crecer. Y donde la palabra no llega, el gesto eclipsa, nutre, poda, mima y asi en cada instantánea están las historias vividas, soñadas, negadas, abiertas para quien quiera y pueda contemplarlas.
1 comentario:
Encarna, eres una fotógrafa excelente, con una gran sensibilidad. Tus fotos son preciosas... invitan a sumergirse en un mundo de ensoñaciones, de conexiones invisibles,... legan al alma porque tienen alma.
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