jueves, 3 de enero de 2008
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Hay ocasiones en que la palabra no alcanza, pero las historias prosiguen, nos aturden, nos rozan, nos iluminan, nos estremecen, nos acercan, nos hace comprender, nos dañan, nos curan, nos ayudan a crecer. Y donde la palabra no llega, el gesto eclipsa, nutre, poda, mima y asi en cada instantánea están las historias vividas, soñadas, negadas, abiertas para quien quiera y pueda contemplarlas.
2 comentarios:
Esta serie en particular me llama mucho la atención. Cómo algo tan simple y homogéneo como la arena puede transformarse y mutar en algo más complejo y hermoso.
Gracias por tus palabras, eres el primero en hacer un comentario y es un placer dar la bienvenida a gente del otro lado del océano, saludos desde España. Espero que te guste otras series con arena que he subido.
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