lunes, 28 de abril de 2008
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Hay ocasiones en que la palabra no alcanza, pero las historias prosiguen, nos aturden, nos rozan, nos iluminan, nos estremecen, nos acercan, nos hace comprender, nos dañan, nos curan, nos ayudan a crecer. Y donde la palabra no llega, el gesto eclipsa, nutre, poda, mima y asi en cada instantánea están las historias vividas, soñadas, negadas, abiertas para quien quiera y pueda contemplarlas.
2 comentarios:
Otro leído en la pared del Seminario que da a la calle Leopoldo Alas:
LA CIENCIA AVANZA MUCHO PERO YO CORRO MÁS.
Un saludo de Plagiaria.
Gracias por compartir, hay ciudades repletas de grafittis como Vigo, y algunos pueblos como El Entrego en los que hay también grafittis que aparecen y desaparecen. En Oviedo los electroduendes emergian dejando rastros en las fachadas, esquinas, con mensaje, pero pronto eran suprimidos, por lo que seguirles la pista es dificil. Hace tiempo que no veo su firma. Es una expresión interesante en estos tiempos donde la público y lo privado se confunden
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